Terror en la luz.

El cielo es infinito para el pájaro entre rejas.

jueves, 11 de abril de 2013

Breve, pero intenso.

Tranquilo, no existe un duelo entre nosotros. No hay tormentas disfrazadas de mentira ni acuerdos tácitos de corrompidos daños. La brea de la carretera es solo la muestra de nuestro recorrido en espiral trazando las curvas con besos, cerrando los puñales a cada paso. Sabemos que nos estamos esperando. Sabes, y sé, que no existe más que eso. Una espera rugosa, polvorienta, cínica e irónica. La espera de nuestra verdad que tendrá cómo resultado el encuentro íntimo, el roce eterno de los cuerpos. Y la dualidad que hoy alumbra nuestros caminos, no será más que historia. Sabemos que nuestra intensidad es breve, pero única. Somos seres únicos. Somos almas que no tienen ni que buscarse. Porque no existe nadie como nosotros. Porque la realeza del amor es nuestro pan de cada día. Las palabras que hemos cruzado, las miradas que gesticulamos, los gestos que se convierten en vistazos de movimientos, corroboran un siempre. Y si no es en esta vida, será en cualquier otra. Estamos hechos de trozos de nosotros mismos. Estoy hecha de ti, y tú de mí. Somos uno, uno en dos, o dos mitades compuestas por dos miembros. He visto suficiente en el mundo para saber que el infinito se encuentra en tus manos recorriendo mis caderas.